viernes, 8 de mayo de 2009

Mi Amigo Rodrigo

Hace 5 años y medio me encontre a 1 cuadra de mi casa a un perro negro un labrador para ser mas exacto el cual me siguió desde la bodega hasta mi casa sin que yo me percatara de ello venía de comprar una gaseosa, abrí la puerta y de pronto el perro se metio y yo me asuste por que es un perro grande, el perro entro y se fue hasta el patio y mis sobrinas lo vieron y gritaron al unisono, yo pense que esos gritos eran de miedo , pero no.... eran de emoción ..." hay que lindo perro " y todo ello que siempre dicen las mujeres.
Luego mi esposa lo vió .....y el perro se quedo.
Le di un valde de agua el cual se lo acabo todo, por que estaba sediento y como todo cachorro era jugueton y lo que mas me gustaba de que no era agresivo, el siguente paso era ver que nombre se le ponia al can y bueno como en mi familia tenemos la costumbre de ponerle nombre de gente a nuestros perros, pues se quedo con el nombre de "Rodrigo", un hermoso labrador de aproximadamente 6 meses color negro el cual ahora se llamaba asi y que cuando lo llevé al veterinario paso a llamarse Rodrigo Miller por que comunmente le ponen el apellido del dueño en su cartilla de vacunas, y asi Rodrigo se quedo y comenzo tambien a complicarnos la vida por que como todo cachorro era fregado al punto que comia o masticaba cualquier cosa por ejemplo controles remoto de Tv de equipos de sonido, pantuflas de mi suegra, slaps, medias, toallas de manos, periodicos y cosas que uno dificilmente podria imaginar como cuando se trago un anticucho con palito y todo.

En contra partida Rodrigo es un perro bueno y noble de muy buen caracter los niños lo pueden agarrar y el perro no hace nada, es mas un ladron podria entrar y Rodrigo le moveria la cola.

Una mañana mi esposa se fue al gimnasio muy temprano y yo no la senti ni siquiera levantarse de la cama y como en todo matrimonio cada uno tiene su lado de la cama, yo estaba durmiendo de costado cuando de pronto siento que me empujan como si me estuvieran arrimando de a pocos empujandome con el cuerpo, yo entre sueños replico " No puedes decirme por favor arrimate mas alla en vez de empujarme asi " ( creyendo que mi esposa me estaba empujando ) y luego me volteo para mirarla cuando grande fue mi sorpresa al ver la cabezasa con el ocicaso de Rodrigo que se habia subido a la cama y habia tomado el lugar de mi esposa y era el perro que me estaba empujanso con su lomo para que me arrimara mas alla.

Esta y otras anecdotas mas hemos vivido con Rodrigo el cual quizas en su momento nos daba colera pero luego de 5 años de vivir juntos ahora nos da risa y hace que lo consideremos parte de la familia.

A veces parece increible lo que una mascota puede hacer por nosotros.

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